Relatos de una mente confundida tratando de salir...

Dicen que el tiempo cura las heridas... pienso que de alguna manera es asi. Hasta hace unos meses llevaba (diría Lorca) "una herida del pecho a la garganta", pero se fue desvaneciendo. La primera impresión sería acusar quien fue el vil hacedor de tal; pero en mi caso me di cuenta fui yo mismo.
¿Por qué depositar tanta expectativa sobre algo o alguien? ¿Por qué seguir creyendo a pesar de las pruebas? Al final, uno cree que sale perdiendo por depositar tanto, o sale perdiendo realmente?
Citando a varias personas, de renombre y no tanto, "la vida es una gran apuesta" y me jacto de definirme como apostador. Apuesto a las cosas, a las personas, a las relaciones... si se dan como espero en algun recóndito lugar concluyo en que el proceso es valedero. Ahora, si no -como en la mayoría de los casos- ¿debo dejar de apostar? NUNCA!
Se aprende y aprehende siempre y de todo, incluso de lo que no gusta tanto. Si, es cursi, pero real.
Esta vieja herida, bañada por vinagre en reiteradas ocasiones, parece al fin haber cicatrizado... ya no sufro, no me flagelo... ahora en retrospectiva dibujo una leve sonrisa al recordar estupideces... o momentos "trágame tierra" y no puedo evitar agrdecer haberlos vivido.
Igualmente, se que estas enseñanzas no las quiero tener por un tiempo prudencial, o sea, estoy dispuesto a seguir aprendiendo, pero si involucra sufrimiento haré vista gorda... no estoy preparado para hundirme ahora que estoy reflotando.
Cito una frase de mi diario de viaje por oriente: "¿Por qué me tengo que deprimir para aprender? ¿Por qué no poder estar feliz y vivienciar al mismo tiempo?".
Quizás esta sea una opcion y todavía no la conozco...

Por el momento me quedo con la frase de este dibujo. En mi caso la aplico para advertir a quien me joda nuevamente... No voy a vovler a caer (no quiero). No ahora.